Cuando os miro a la cara, solo veo incertidumbre.
Un reloj que corre hacia una despedida.
Cuando os miro, recuerdo el tiempo en que entendí, empaticé, fui vosotros.
Cuando os veo, la sal, el agua de mar, la leche fría.
El desierto, el polvo en la garganta, arañas en la almohada.
Nos hemos escindido. Ya no soy, nunca más, nosotros.
Yo que siempre quise ser nos, que me sentí mas vosotros que yo misma.
Yo que nunca supe donde terminaba mi dolor y empezaba el nuestro,
que mis dedos abarcaban todo lo que se pudiera abrazar, tocar o estimular
hasta que el eco del placer se extendía infinito.
Yo, que nunca quise serlo, me veo aislada en un pronombre.
Este es mi diario, lejos de ser algo con forma perfecta, de seguir cánones de belleza o estilo, de pretender nada. Solo es el lugar donde vomito, donde grito de alegría o pena, donde conecto, cuando me acuerdo, conmigo. Un hilo conductor que atraviesa mis días.
martes, 28 de mayo de 2019
domingo, 26 de mayo de 2019
Golpe
Esa decisión que es filo entre morir de espera o de golpe contra el suelo.
Quiero golpe. Quiero golpe. Quiero golpe o volar.
miércoles, 22 de mayo de 2019
No te creo
No te creo, porque de todo lo que hayas hecho o me vayas a hacer, lo que jamás te perdonaría, sería que sembraras la esperanza en un cuerpo rendido, para volver a romperla.
No queda espacio en esta piel para la cicatriz de tu mano, ni entereza en esos huesos para un golpe frío y seco.
No queda espacio en esta piel para la cicatriz de tu mano, ni entereza en esos huesos para un golpe frío y seco.
martes, 21 de mayo de 2019
Yo no.
Todo es una gran mentira.
No creo. Soy.
Te acercas lo suficiente como para saber que existes, profundamente, existes, pero no te toco. Yo no toco a nadie. Yo no puedo tocar, no sé tocar. Y os veo, infelices conformistas, con capacidad para amar y ser amados y me pregunto dónde, en ese remoto pasado, cometí un error irremediable que se multiplica exponencialmente, que me aísla, que me hace inmune a la vida; y si puedo volver al pasado, y si el presente lo cambia. Y así hipoteco la existencia a cuenta perdida, mientras pasáis de largo, disfrutando del halo de rareza que desprendo, que podéis en el mejor de los casos, paraos un segundo a mirar, como el niño que en el zoo, toca al mono con un palo.
Y con todo esto, te pido por favor que no intentes convencerme. No me puedes querer. Sé que puedes verme. Me he roto delante de ti, he abierto mis costillas para entregarte un corazón patológico y consumido, he apartado vísceras, he teñido mi piel del color del que fue tu deseo hasta el momento en que se materializaba, tan literal como entiendo la vida, en hecho irreversible. Es por esto que lo sé, puedes verme. Es por eso que sé que no puedes quererme, como no se puede amar a la verdad pura, como no se puede amar a una entrega absoluta. La entrega absoluta no inspira amor, provoca arcadas y vergüenza ajena.
Me he despedazado tantas veces que ya no sé qué queda de mí, qué es miembro fantasma.
No creo. Soy.
Te acercas lo suficiente como para saber que existes, profundamente, existes, pero no te toco. Yo no toco a nadie. Yo no puedo tocar, no sé tocar. Y os veo, infelices conformistas, con capacidad para amar y ser amados y me pregunto dónde, en ese remoto pasado, cometí un error irremediable que se multiplica exponencialmente, que me aísla, que me hace inmune a la vida; y si puedo volver al pasado, y si el presente lo cambia. Y así hipoteco la existencia a cuenta perdida, mientras pasáis de largo, disfrutando del halo de rareza que desprendo, que podéis en el mejor de los casos, paraos un segundo a mirar, como el niño que en el zoo, toca al mono con un palo.
Y con todo esto, te pido por favor que no intentes convencerme. No me puedes querer. Sé que puedes verme. Me he roto delante de ti, he abierto mis costillas para entregarte un corazón patológico y consumido, he apartado vísceras, he teñido mi piel del color del que fue tu deseo hasta el momento en que se materializaba, tan literal como entiendo la vida, en hecho irreversible. Es por esto que lo sé, puedes verme. Es por eso que sé que no puedes quererme, como no se puede amar a la verdad pura, como no se puede amar a una entrega absoluta. La entrega absoluta no inspira amor, provoca arcadas y vergüenza ajena.
Me he despedazado tantas veces que ya no sé qué queda de mí, qué es miembro fantasma.
viernes, 17 de mayo de 2019
No quiero
No quiero. Este trabajo es agonía, es caminar al patíbulo por decisión propia, es indefensión aprendida, es oscurecerme, es no dejar que la luz entre por resquicio alguno. ¿A qué precio? Está llegando ese momento en que no veo la salida, la mínima posibilidad de salir de aquí, un alternativa pequeña que regar. No quiero cegueras. No quiero.
jueves, 16 de mayo de 2019
Si supiera...
Si supiera quién soy, si yo supiera quién soy, si supiera que puedo ser en mí y no a través de otros, si supiera...
martes, 14 de mayo de 2019
Caídas
Hay muchas formas de caer. Dándote de bruces con el suelo, de rodillas, anticipando con los brazos el golpe, a cámara lenta, delicadamente, irremediablemente... Se puede caer a tiempo o a descompás, puedes caerte con todo el equipo, se te puede caer la moral, la cara de vergüenza, las bragas de la excitación, el alma a los pies.
Puedes caer de infinitas formas, repetidamente hasta hacer la caída tan familiar que anticiparla en vano deje hueco.
De todas ellas, la única que no he experimentado es la definitiva.
Puedes caer de infinitas formas, repetidamente hasta hacer la caída tan familiar que anticiparla en vano deje hueco.
De todas ellas, la única que no he experimentado es la definitiva.
sábado, 11 de mayo de 2019
Cobarde
La vida no es para los cobardes.
La veo pasar. Me asomo al balcón y la veo pasar.
La vida, las vidas.
Pasivamente.
La vida no es para los cobardes.
Mentiría si dijera que quiero ser Abel.
Quiero su valentía.
No mira a los ojos a la vida, se inunda en ella.
No saldrá de una pieza, no podrá decir que no ha vivido,
y sin embargo,
como yo,
estoy segura de que hace mucho que murió.
De todas las formas de asumir la muerte, elegiría la suya con los ojos cerrados,
si aún quedará en mí un ápice de energía; si fuera valiente.
La veo pasar. Me asomo al balcón y la veo pasar.
La vida, las vidas.
Pasivamente.
La vida no es para los cobardes.
Mentiría si dijera que quiero ser Abel.
Quiero su valentía.
No mira a los ojos a la vida, se inunda en ella.
No saldrá de una pieza, no podrá decir que no ha vivido,
y sin embargo,
como yo,
estoy segura de que hace mucho que murió.
De todas las formas de asumir la muerte, elegiría la suya con los ojos cerrados,
si aún quedará en mí un ápice de energía; si fuera valiente.
miércoles, 8 de mayo de 2019
Reflejo
Me pierdo en las mil imágenes
que devuelve el pasillo acristalado.
Todas yo y ningún mundo mío.
Todas yo y a ninguna reconozco.
Reflejo a reflejo, infinitos,
todos mundos mejores.
que devuelve el pasillo acristalado.
Todas yo y ningún mundo mío.
Todas yo y a ninguna reconozco.
Reflejo a reflejo, infinitos,
todos mundos mejores.
jueves, 2 de mayo de 2019
Camino
No sé reconocer el límite entre el deseo y el sentido.
A veces me sorprendo en mitad de un camino que no recuerdo haber elegido
y temo no saber cuándo perdí el control.
Fuerzo la memoria lo que da de sí,
veo mi vida a través de los ojos de quienes me rodean,
me hundo en la tragedia del ridículo,
y vuelvo a empezar con la confianza rota y la esperanza muerta,
a andar hacia la muerte.
A veces me sorprendo en mitad de un camino que no recuerdo haber elegido
y temo no saber cuándo perdí el control.
Fuerzo la memoria lo que da de sí,
veo mi vida a través de los ojos de quienes me rodean,
me hundo en la tragedia del ridículo,
y vuelvo a empezar con la confianza rota y la esperanza muerta,
a andar hacia la muerte.
Porcentaje de error
La certeza es una espada que pende sobre un cuello entregado.
El tiempo, la gravedad.
La esperanza, un porcentaje de error.
El tiempo, la gravedad.
La esperanza, un porcentaje de error.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
se apaga
Una chispa se prende. Temblor torpe, Vuelco contenido, Sueño espontáneo. Una chispa se prende. Se que se elevará lentamente hasta apagarse,...
-
Te quise. Por más que me resista a aceptarlo, te quise. Me dejé arrastrar por la idea que tienes de ti. Dejé que fuera la mía. Ignoré el in...
-
Confieso, amor, que no sané. Que la seda de tus dedos que tanto, en es(t)e tiempo, amé se adhirió a mis recuerdos como crudo. Confieso, mar...
-
Me agarré a las costuras, Hundí cada uña en una puntada. Rogué al tiempo. Corté el aire una vez dentro. Bañé mi cuerpo para atemperar mis ...