Zorra egoísta

Yo quise tocarla, y boicotee todas las opciones. Era una verdadera zorra egoísta, pero qué zorra egoísta... 

Todos mis caminos

No sé muy bien cómo haría para poner esto en pie después de haberlo destruido.
Tendría que remontarme a un pasado del que solo quedan secuelas y que temo recordar. Pero vagamente, a modo de intuición, diría que he golpeado los cimientos de nuestros posibles futuros, a fin de regresar al momento en que la conocí. Y es que hace ya unos años que todos mis caminos son un intento de volver a ella.

Tierra de nadie

La única ventaja de estar aquí en medio, es que puedo imaginar que hay una decisión posible, que soy indecisa,  que soy yo quien se protege en este limbo al que me habéis relegado sin remordimientos. Puedo apelar a la ética para retenerme, para anestesiar, para no fantasear, para no reconocer que ni siquiera necesito dedicar más de un segundo a la calma, para ver que es tu pelo el que aflora entre mis dedos. O puedo dedicarme a fustigarme por ser la zorra que se interpone con la frialdad de la razón, calculando minutos, horas y centímetros a cada paso, para seguir manteniendo el control. Seguir manteniendo... como si laguna vez lo hubiera tenido...
La única ventaja de estar aquí es que puedo mantenerme pasiva, descartar impulsos, matar expectativas, y un poco, si tengo suerte, a mí.

Donde solo llega el agua

Se os ha escapado el miedo de entre los dientes, de entre los dedos, de entre los besos - nuestros-.

Y ahora, él, corre a salvar una balsa que nunca tuvo riesgo de hundirse; y tú lo acoges, dando cobertura a tu propio miedo, que no es otro que entender que pueda haber espacio para ambos entre tus costillas.

Y yo, que no tengo alma de obstáculo, no acabaré siendo más que una corriente submarina, que seguirá su curso con el orgullo de haber besado recovecos de tu cuerpo a los que solo el agua llega.

Estocadas

No lo sabes, pero entras a matar, y eso solo salía bien cuando lo que buscabas era tirarme sobre la cama.

Renuncio

Voy a renunciar a ti,

a la idea de ti, 

a todo lo que implica. 

No me queda fuerza, ni fe, para atravesar este desierto salvaje. Tengo el impulso visceral de pedirte perdón por abandonar esta guerra cruenta, pero el amor debería ser fácil,

o al menos,

la lucha,

por una vez,

ser a la inversa. 

Pavor

Cómo se puede tener tanto miedo y tan poca conciencia. 

Lo nuestro

Lo sé desde el momento en que empecé a huir, desde el primer abrazo, la primera esquiva, el primer secreto. Lo nuestro no tiene futuro, pero tiene todo el sentido.