La vida es pura niebla y yo... una catarata.
Hace frío, humedad. Tengo miedo y certezas. Tengo sed y un vacío que arrasa con todo.
No sé qué está mal, no sé qué piedra arrastro desde hace tanto que me he acostumbrado al dolor de pies.
Pero estoy agotada y no hay horizonte, y si lo hay, no alcanzo a imaginarlo.