Cuando os miro a la cara, solo veo incertidumbre.
Un reloj que corre hacia una despedida.
Cuando os miro, recuerdo el tiempo en que entendí, empaticé, fui vosotros.
Cuando os veo, la sal, el agua de mar, la leche fría.
El desierto, el polvo en la garganta, arañas en la almohada.
Nos hemos escindido. Ya no soy, nunca más, nosotros.
Yo que siempre quise ser nos, que me sentí mas vosotros que yo misma.
Yo que nunca supe donde terminaba mi dolor y empezaba el nuestro,
que mis dedos abarcaban todo lo que se pudiera abrazar, tocar o estimular
hasta que el eco del placer se extendía infinito.
Yo, que nunca quise serlo, me veo aislada en un pronombre.
Este es mi diario, lejos de ser algo con forma perfecta, de seguir cánones de belleza o estilo, de pretender nada. Solo es el lugar donde vomito, donde grito de alegría o pena, donde conecto, cuando me acuerdo, conmigo. Un hilo conductor que atraviesa mis días.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
se apaga
Una chispa se prende. Temblor torpe, Vuelco contenido, Sueño espontáneo. Una chispa se prende. Se que se elevará lentamente hasta apagarse,...
-
Te quise. Por más que me resista a aceptarlo, te quise. Me dejé arrastrar por la idea que tienes de ti. Dejé que fuera la mía. Ignoré el in...
-
Confieso, amor, que no sané. Que la seda de tus dedos que tanto, en es(t)e tiempo, amé se adhirió a mis recuerdos como crudo. Confieso, mar...
-
Me agarré a las costuras, Hundí cada uña en una puntada. Rogué al tiempo. Corté el aire una vez dentro. Bañé mi cuerpo para atemperar mis ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario