Este es mi diario, lejos de ser algo con forma perfecta, de seguir cánones de belleza o estilo, de pretender nada. Solo es el lugar donde vomito, donde grito de alegría o pena, donde conecto, cuando me acuerdo, conmigo. Un hilo conductor que atraviesa mis días.
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Día 52
No sé bien qué es la paz. No sé si dentro de nosotros, animales viscerales, hay hueco para el descanso. Pero sé que tiene que ver con esto, con esta sensación de no odiarte ni odiarme. Con acariciar las heridas como quien revisa los apuntes de un examen que se sabe bien. Como llave al recuerdo de haber vivido, sin miedo marcar los huecos sanos que aún me quedan en la piel. Esos que están perdiendo, poco a poco, tu olor.
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