Ojalá ese momento, ojalá contigo.
Lo único que deja claro esta embriaguez ridícula, es que todo lo que hago tiene un fondo común: te echo mucho de menos.
Nada funciona contigo, y quizá sin ti la vida gire, pero te echo mucho, mucho de menos. En mi abrazo, en mi boca, en mi cama. Ojos de mariposa.
Este es mi diario, lejos de ser algo con forma perfecta, de seguir cánones de belleza o estilo, de pretender nada. Solo es el lugar donde vomito, donde grito de alegría o pena, donde conecto, cuando me acuerdo, conmigo. Un hilo conductor que atraviesa mis días.
viernes, 2 de noviembre de 2018
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