Yo no quiero hablar de amor.
He salido a pasear con un amigo, he leído un libro, he tenido función,
he hecho análisis, calendarios, y hasta me he planteado abdicar.
He tomado el sol y he pasado frío.
Me he bebido el café más caro de la Historia a unos metros de mi casa.
He renacido, destrozado mi día y vuelto a renacer.
He comido dulce y salado y dulce.
Y de repente me viene a los labios, como aire fugaz,
el sabor a cerezas.
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