Se me duermen las manos y los pulmones.
Hoy he conducido por una carretera eterna, rodeada de pastos. Amarilla toda ella.
He sentido que viajaba a una muerte segura, y por un momento, no he existido.
No era duro para la mayoría. En general uno llora varios días y luego vuelve a la vida mejor que mal.
La familia cercana sí se desmoronaba. La rutina se daba la vuelta y nada volvía a ser igual, aunque haga mucho que me fui.
No he sabido dónde meterte a ti. Supongo que en una especie de recipiente aislado, en cuarentena. Supongo que son esas cosas que solo sabes tú. Que nunca me explicaste. A ti tenía que preguntarte todo porque descifrarte era equivocarse una y otra vez... Descrubirte fue un poco por instinto, y todo lo demás puro interés, ganas, belleza. Pero es mejor no pensarlo.
He dejado de existir por un momento, y he tomado conciencia de lo absurdo que es morir un poco en cada duelo (del frío que se va quedando, del ciclo, la espiral). Y lo necesario... para generar nueva vida.
Estoy envolviendo la mía, y espero ansiosa el momento de abrirla.
Este es mi diario, lejos de ser algo con forma perfecta, de seguir cánones de belleza o estilo, de pretender nada. Solo es el lugar donde vomito, donde grito de alegría o pena, donde conecto, cuando me acuerdo, conmigo. Un hilo conductor que atraviesa mis días.
sábado, 13 de octubre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
se apaga
Una chispa se prende. Temblor torpe, Vuelco contenido, Sueño espontáneo. Una chispa se prende. Se que se elevará lentamente hasta apagarse,...
-
Te quise. Por más que me resista a aceptarlo, te quise. Me dejé arrastrar por la idea que tienes de ti. Dejé que fuera la mía. Ignoré el in...
-
Confieso, amor, que no sané. Que la seda de tus dedos que tanto, en es(t)e tiempo, amé se adhirió a mis recuerdos como crudo. Confieso, mar...
-
Me agarré a las costuras, Hundí cada uña en una puntada. Rogué al tiempo. Corté el aire una vez dentro. Bañé mi cuerpo para atemperar mis ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario