no tienes la culpa,
no tienes la culpa.
Hay espejos en los que la gente no se quiere ver.
Hay espejos que desvelan los rotos, lo oscuro, los puntos ciegos.
Hay espejos que rompen las imágenes sistemáticamente.
Hay espejos que reciben golpes de ira, peines, zapatos,
y la piel lascada, siempre de cristal.
Dime qué bien haces, reflejando la basura del mundo.
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